El mareo es un término popular inexacto que usamos para describir multitud de sensaciones tales como:
- Desvanecimiento o sincope
- Sensación de giro de lo que nos rodea o de uno mismo.
- Debilidad corporal
- Sensación de falta de equilibrio
- Sensación de flotabilidad
El mareo puede venir acompañado de otros síntomas neurovegetativos como son la náusea (e incluso vómito), la sudoración, la sequedad de la boca, los problemas digestivos diarreicos, el temblor o la taquicardia.
Dado lo amplio que puede ser el termino, es necesario que el profesional sanitario lleve a cabo un interrogatorio detallado y prolongado para discernir el origen del problema y dar un tratamiento o derivar a otro profesional.
¿Es lo mismo mareo que vértigo?
A pesar de que puedan parecer sinónimos, no son para nada lo mismo.
Como ya he mencionado anteriormente, el mareo es un síntoma neurovegetativo, es decir, una manifestación física y generalizada producida por una alteración del sistema nervioso autónomo o vegetativo. Este sistema regula de manera automática funciones vitales como la frecuencia cardíaca, la respiración, la digestión, la sudoración o la presión arterial.
Por otro lado, un vértigo es una sensación de movimiento o giro ilusorio del entorno o de la persona que lo sufre. Como ya he detallado en otro post de este blog, puede tener un origen periférico (oído interno) o central (cerebro).
Aunque no sean lo mismo, pueden aparecer de manera simultanea en algunas enfermedades como son:
- Vértigo posicional paroxístico benigno
- Neuritis o neuronitis vestibular
- Enfermedad de Ménière
- Migraña vestibular